Casa Tarradellas cerró el pasado 2022 con un crecimiento en sus datos de facturación, aunque un descenso de su rentabilidad. En concreto, la cifra de ventas se situó en 1.161 M€ (+8,5%), un aumento basado en el crecimiento en mercados exteriores y la consolidación en España de los nuevos productos, así como de los productos tradicionales. Por contra, la rentabilidad neta se redujo como consecuencia del contexto inflacionario, afectando de una manera significativa a los precios de las materias primas en su conjunto y de la energía. Según destaca la compañía en un comunicado, "Tarradellas ha asumido este aumento de los costes para evitar una subida de precios y su correspondiente impacto en el consumidor". Estos datos no incluyen la actividad de Herta Foods, compañía francesa especializada en productos cárnicos y masas culinarias de la que Tarradellas posee un 60%, mientras que el otro 40% está en manos de Nestlé.

Volviendo a la compañía española, en 2022, el volumen de inversión en I+D, tecnología, innovación y sostenibilidad alcanzó los 32,6 M€, reafirmando su compromiso con la mejora continua del producto y el cumplimiento de los ODS. La principal novedad en productos fue la consolidación, durante el pasado año, de su familia de pizzas frescas con la pizza con masa de fermentación lenta, elaborada con un tipo de masa que respeta largos tiempos de fermentación, de hasta 24 horas.

Ya en el primer trimestre de 2023, Casa Tarradellas ha puesto en marcha dos nuevos parques solares fotovoltaicos con una superficie de 53.000 m2 situados en su centro de elaboración del espetec, en Olot y en Gurb. Con estos dos proyectos solares, la marca alimentaria contará, a finales de este mismo año, con una previsión de 200.000 m2 de superficie solar instalada, ubicada en todas las cubiertas y fachadas de sus edificios y centros alimentarios. Este dato supondrá un aumento del 55% de superficie solar instalada en 2023 con respecto al año anterior.

La apuesta por el cuidado medioambiental ya viene de lejos y cubre múltiples aspectos. Desde 2012, Casa Tarradellas reutiliza el plástico excedente y retales de envasado gracias a la planta de recuperación y reciclaje de plástico. Se trata de un proyecto pionero e innovador en el sector alimentario, consistente en la recuperación y producción de plástico KM 0. En 2021, la firma de origen familiar recicló un total de 1.796 t de plástico.

Con respecto a los envases, éstos cumplen tres condiciones fundamentales: son seguros en términos de calidad y seguridad alimentaria, de fácil uso y sostenibles (tanto por su diseño como materiales, hasta un 85% reciclables). Estos progresos de la marca son reforzados a través de la adhesión a la Estrategia de Envases Sostenibles y Economía Circular (Plan ESEC) impulsada por Ecoembes y el Ministerio para la Transición Ecológica.

Objetivos de Casa Tarradellas a medio y largo plazo

La compañía prevé destinar los beneficios obtenidos a capitalizar la empresa y a nuevas inversiones en tecnología e I+D que aseguren la competitividad a medio y largo plazo. En este sentido, Casa Tarradellas prevé invertir principalmente en el lanzamiento de nuevos productos, en la construcción de un nuevo centro para aumentar la capacidad de producción de harina y en el desarrollo de la producción de energía fotovoltaica destinada al autoconsumo.

Asimismo, desarrollará políticas de calidad total para obtener mejoras en los productos y en el servicio a sus clientes, seguirá priorizando la formación continua del personal, la promoción interna de sus empleados y apoyará diferentes iniciativas sociales y educativas. Tarradellas elabora pizzas frescas, espetec, loncheados (jamón cocido y bacón), masas frescas, patés y mixtos.