El complejo mar-industria, representado por Anfaco-Cecopesca, se suma a las reivindicaciones del resto de sectores de la industria agroalimentaria y reclama ante las administraciones medidas que garanticen la competitividad del sector en un contexto especialmente complicado para la industria del mar.

Entre éstas se encuentra la paralización “ de los acuerdos de libre comercio que perjudiquen seriamente a la industria española”, señalando el firmado con Vietnam, que permite a éste exportar a la UE hasta 11.500 t de conservas de atún libre de arancel. Se pone sobre la mesa también el estado actual de las negociaciones del tratado comercial con Tailandia, principal productor mundial de conservas de atún, producto que todavía no ha quedado fuera de las negociaciones. “Deben activarse los mecanismos de revisión de acuerdos ya firmados, ante evidencias de incumplimiento, evitando periodos de largos años que dañan gravemente la competitividad y producción industrial europea. Todo ello, asegurando el abastecimiento de la industria de forma equilibrada, lo cual se garantizaría manteniendo un carácter totalmente defensivo en los productos terminados y evitando la competencia desleal originaria de acuerdos ya firmados”, apuntan

El resto de demandas van orientadas a lograr una armonización de los controles de importación en todos los estados miembros y a unificar la actuación inspectora en toda la UE, especialmente en materia sanitaria, donde sigue habiendo requisitos documentales no armonizados. Además, desde el sector se pide frenar los bautizados como “impuestos verdes”, entre los que destacan el impuesto al plástico o los nuevos reglamentos de envases, así como la necesidad de elaborar un listado de fábricas autorizadas a exportar a la UE, lo que garantiza que cumple con los requisitos en materia de emisiones, depuración de aguas, gestión de residuos o reducción de huella medioambiental.

50 M para el sector, a la espera del Perte Mar-Industria

Por último, apuntan a la desigualdad en abastecimiento y posibilidades productivas respecto a fábricas de terceros países, donde pueden emplear materias primas o ingredientes no permitidas en la UE generando económicas de escala; a la burocracia excesiva en materia laboral o jurídica o a las deficiencias de la Ley de Cadena Alimentaria, que no permite la protección de los productores frente a “clausulas abusivas o destrucción de valor”. Igualmente, se reclama nuevamente la promoción del consumo de productos del mar con medidas como la inclusión de éstos en el listado de aquellos que han reducido el IVA en los últimos meses y la activación de los mecanismos necesarios para hacer efectivo un Perte Mar-Industria “de calado”, después del anuncio de ayudas al sector por valor de 50 M€ (40 M en subvenciones y 10 M en préstamos) que serán ejecutadas durante el primer semestre del año entre empresas conserveras y del sector de transformación del pescado.

El sector conservero redujo de nuevo su producción en 2023

Estas reivindicaciones llegan en un contexto complicado para el conjunto de un sector por el impacto de la inflación en el negocio, tanto en la rentabilidad de sus operaciones como en sus niveles de actividad. Sin ir más lejos, al hilo de la publicación del Informe 2024 del sector de las conservas de pescado en España, que saldrá a la luz próximamente, el secretario general de Anfaco-Cecopesca, Roberto Alonso, habla para Alimarket de un nuevo retroceso del consumo de conservas de pescados y mariscos en España en volumen en 2023 a causa principalmente de la inflación, “que presiona el poder de compra de los ciudadanos”, explica. “Nuestra previsión es superar el 5% de descenso en volumen de producción de 2023 para la categoría de conservas de pescado y mariscos”, expone Alonso, lo que situaría los niveles de producción por debajo de las 300.000 t, números que no se registraban desde 2004.

La mayor parte de esta caída, no obstante viene del descenso del consumo en el ámbito doméstico puesto que las previsiones de la asociación es que la exportación “supere un 3% en volumen a cierre anual. Esto demuestra que la competitividad del sector es una realidad y que tiene capacidades para seguir aportando valor en terceros mercados”. Junto a esta nota positiva, desde Anfaco, se estima para 2024 “un año de estabilización, lo cual parece empezar a vislumbrarse ante un escenario de sostenibilidad tras adoptarse medidas de ajuste internas en las empresas acordes al nuevo negocio existente y marco futuro”. Para que así sea, desde Anfaco sugieren la necesidad de frenar la inestabilidad global y reforzar el consumo interno con campañas de promoción o descenso del IVA, entre otras.