En poco más de una década de vida, Spiga Impex ha evolucionado de ser una mera importadora de productos italianos a convertirse también en fabricante de quesos con planta propia; y de centrar casi el 80% de su negocio en el canal horeca, a apostar también por el retail, hasta conseguir que éste ya aporte más de la mitad de sus ventas. Para completar este giro en su estrategia, la compañía ha visto necesario trasladar su fábrica a un espacio cercano, pero con una superficie cuatro veces superior. Esto le permitirá mantener un avance a doble dígito en sus ventas, así como una ampliación de su catálogo y de su volumen comercializado.
