La industria de la cerámica estructural encadenó en 2019 su quinto año consecutivo en ascenso, tras la grave crisis que asoló el negocio en 2008 de la que ha ido recuperándose con paso lento. Así y según los últimos datos de Hispalyt, la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, durante el pasado 2019 la producción creció un 5,5% y la facturación se incrementó un 7,5% con respecto al año anterior. En concreto, la producción alcanzó en 2019 5,35 Mt, frente a las 5,07 Mt fabricadas en 2018. Esta cifra supone también un incremento del 37,18% con respecto a 2014, cuando se produjeron 3,9 t. El 63% de la producción, unos 3,37 Mt, correspondió a ladrillos para revestir; el 10% fueron tejas, de las que se fabricaron 535.000 t; los ladrillos cara vista acapararon otro 10% con también 535.000 t; mientras los tableros alcanzaron 321.000 t, con un porcentaje del 6%. Por último, se produjeron 80.250 t de bovedillas y 26.750 t de adoquines.

En cuanto al volumen de negocio, las ventas de ladrillos y tejas se elevaron hasta los 360 M€, lo que supone un ascenso del 7,5% con respecto a 2018, cuando el sector facturó 335 M€ y un incremento del 33,3% con respecto a 2014, que registró ingresos de 270 M€. En lo que a número de empresas se refiere éste ha seguido bajando en los últimos cuatro años, aunque en menor medida. El año 2019 se cerró con 135 empresas, lo que supone un descenso del 3,6% respecto al año 2018, y del 55% con respecto al año 2014. No obstante, el número de empleados del sector ha aumentado de forma paulatina en los últimos llegando a los 4.000 trabajadores en el año 2019, lo que representa un aumento del 1,3% respecto a 2018 y del 11,1% respecto al año 2014.

En lo relativo a la exportación y según los datos del informe de coyuntura de CEPCO (Confederación Española de Fabricantes de Productos de Construcción), en 2019 se realización exportaciones de cerámica estructural valoradas en 65,56 M€, un 0,7% menos que en 2018 (66,00 M€) y un 95% más que en 2010 (33,54 M€). En el año 2019 se registraron exportaciones de tejas por valor de 41,88 M€, lo que supone el 63,9% de las ventas internacionales del sector. Por su parte, las exportaciones de ladrillos cara vista han ascendido hasta 20,06 M€ y acaparan ya un 30,6%.

Situación ante el Covid-19 y propuestas para la recuperación económica

Francisco Morant, presidente de Hispalyt, ha relatado como el crecimiento del sector en los últimos años se ha visto interrumpido de forma brusca por la alerta sanitaria originada por el Covid-19, "y las consecuencias que la paralización de la economía está teniendo y tendrá en el medio y largo plazo en nuestro sector". Debido a la declaración del estado de alarma y la aplicación posterior durante 15 días (del 30 de marzo al 9 de abril) del RDL 10/2020, por el que paralizaban todas las actividades no consideradas esenciales, los fabricantes del sector tuvieron que suspender su producción de manera temporal. La venta de ladrillos y tejas cayó drásticamente en este periodo, ha relatado el presidente de Hispalyt: "la caída de ventas en el mercado nacional fue del 95%, pues se limitó únicamente a pedidos relacionados con actividades esenciales, como obras de mantenimiento, etc. La caída de ventas en la exportación fue del 85%". La situación de la industria de cerámica estructural está condicionada por la evolución del sector de la construcción, que se está viendo comprometido por el retraso o anulación de proyectos previstos a medio y largo plazo, lo que romperá el ritmo normal de actividad. Esto, ha asegurado Morant, "conllevará un escalonamiento en el inicio de las obras y una reactivación igualmente escalonada en la industria asociada de fabricantes de materiales de construcción, entre las que se encuentra nuestro sector".

En definitiva, según ha apuntado el responsable de Hispalyt, se prevé que el impacto del Covid-19 en nuestro sector se extienda durante un año, y llegue a su situación más crítica entre los meses de septiembre y octubre de 2020, con un descenso medio de la actividad del 50% con respecto al mismo periodo del año anterior". Con el fin de intentar paliar los efectos de la crisis y conseguir que la recuperación se produzca de la manera más rápida posible, desde Hispalyt, como representante de la industria de cerámica estructural, se ha elaborado una propuesta de medidas para reactivar al sector industrial y garantizar la recuperación y el futuro de las empresas, que se han presentado a todas las administraciones y organizaciones con competencias para poder desarrollarlas, tanto a nivel nacional, como regional y europeo. Hispalty está manteniendo una intensa agenda de encuentros con estas administraciones para explicar sus propuestas y conseguir que se lleven a cabo las medidas solicitadas. Entre estas medidas, destacan la aprobación de un Pacto Nacional por la Industria Sostenible, y de un Plan Nacional de Construcción, además de una campaña de promoción del sector como nicho de empleo. Desde Hispalyt, como ha declarado su presidente, "creemos que uno de los sectores que se debe potenciar especialmente como palanca para salir de esta situación es el de la construcción, de forma que sirva como acelerador para la reactivación de la economía y como alternativa de empleo". "La construcción tiene que ser el motor para sacar al país de esta crisis", ha afirmado Francisco Morant.

La construcción y la rehabilitación con criterios de eficiencia y sostenibilidad, ha añadido Morant, "son pilares fundamentales en la nueva realidad, y en este sentido nuestra industria está llamada a ser una de las protagonistas, ya que aporta materiales y sistemas que garantizan la eficiencia energética y la sostenibilidad de las edificaciones, cumpliendo con la normativa y ofreciendo a los usuarios unas condiciones óptimas de confort y habitabilidad".