La fabricante de tapones de corcho Gruart La Mancha ha puesto en marcha el proyecto “Uno a Uno”, orientado a revisar de forma individual partidas seleccionadas de referencias para evitar en las mismas restos de TCA, responsable del conocido como “sabor a corcho” en el vino. Para ello, la firma manchega ha incorporado nueva maquinaria de control y personal especializado para su ejecución a sus instalaciones de Valdepeñas (Ciudad Real), al tiempo que ha firmado un acuerdo con la Universidad de Castilla- La Mancha orientado a analizar en detalle cualquier referencia que cuente con alguna “desviación aromática”, para evitarlas en un futuro.

De esta forma, Gruart La Mancha sigue concentrando sus esfuerzos en el desarrollo de referencias de corcho de alto valor añadido, especialmente, tapones de corcho natural y colmatado, aunque también fabrica tapones 1+1 para vinos jóvenes y aromáticos y tapones técnicos y, en menor medida, tapones para cavas y espumosos. En total, su producción asciende a 25 M ud anuales, si bien, tiene capacidad para alcanzar los 40 M, tras haber renovado en 2015 una de sus líneas de producción.

Estas referencias van destinadas principalmente al mercado nacional, donde cuenta con presencia en las principales D.O., como Castilla-La Mancha o Ribera del Duero, además de Galicia o Cataluña y los archipiélagos canario y balear. No obstante, sigue creciendo su presencia en el exterior, donde ya opera en Italia y México, países a los que prevé sumar Francia en 2018, lo que supondría elevar su porcentaje de exportación al 20% de sus ingresos, cifrados en 2,9 M€ en 2017, frente a los 2,8 M del curso anterior.