Adaptación y especialización
Junto a las necesidades específicas por motivos de salud o dietéticos, la adaptación al cliente contempla otros factores como las nacionalidades, las edades o los motivos del viaje. En Servi Group, una cadena integrada exclusivamente por hoteles vacacionales, su oferta se centra en el mercado nacional y británico. Los hoteles de la cadena Palafox han incorporado recientemente un buffet específico para niños, explica su directora de Marketing y Comunicación, Asun Navarro. Los más pequeños pueden disfrutar de productos especiales y cuentan con sus propias mesas (más bajitas que las normales) y vajilla. Además, el hotel les proporciona juguetes y pinturas para amenizar su desayuno. Por su parte, en los establecimientos de Viva tienen muy en cuenta a sus clientes deportistas. El deseo de adaptarse a todo tipo de clientes ha llevado también a algunos hoteles a fijarse en las creencias religiosas de sus huéspedes, que en algunos casos influyen en su alimentación. Así, el hotel ‘Sunotel Aston’ ha incorporado un ‘Rincón Halal’, donde los alimentos han sido preparados siguiendo los preceptos del Islam.
Los productos disponibles para los huéspedes cada vez huyen más de la estandarización. La posibilidad de solicitar platos para que sean elaborados al momento, lo que es conocido como cocina ‘à la minute’, está cada vez más extendida. Si la preparación se lleva a cabo ante los ojos del cliente, esta tendencia se entrecruza con la moda del show cooking, una de las novedades incorporadas en los últimos años por los hoteles de las cadenas Viva y Servi Group. Productos como los huevos y el bacon son los más habituales en la cocina en vivo, junto a otros como los churros, que en muchos de los hoteles de Senator también se preparan delante del huésped.
La presentación de los productos, incluyendo su disposición, la iluminación y la puesta en escena, es un aspecto cada vez más cuidado en la mayoría de los establecimientos. En términos generales, la presentación debe adaptarse al volumen de consumo, según la ocupación o la época del año, tal y como destacan en Senator. La tendencia es evolucionar paulatinamente hacia los productos monodosis, que reducen las mermas en los buffets, revela Castelló. No obstante, los graneles, tradicionalmente asociados a los hoteles de categoría baja, están llegando con fuerza a los establecimientos de clase alta, aunque lógicamente partiendo de materias primas de calidad. “Con una buena presentación, transmiten una imagen de mayor calidad que muchos envasados monorración”, señala el responsable de Quantum.
En un establecimiento de lujo como el ‘Gran Hotel Bahía del Duque’, la preferencia en productos como mermeladas, confituras y mieles se dirige a los envases monodosis, pero en el caso de los yogures se ofrecen los dos formatos porque la mezcla con cereales se facilita con el granel. En cualquier caso, los hoteles se enfrentan al reto de compaginar el uso de envases individuales y miniporciones con el respeto al medio ambiente. “Intentamos no generar mucho residuo de envases”, apuntan en Viva Hotels.