Las entidades religiosas ceden sus instalaciones a gestores privados
En paralelo a las entidades especialistas en gestión de centros públicos, las grandes congregaciones y otras entidades religiosas, como los propios obispados y diócesis, siguen siendo hoy propietarios de importantes redes de centros geriátricos en nuestro país, y en la mayor parte de los casos mantienen la gestión. En general operan con un sistema de pago distinto, basado en la idea de beneficencia y cobrando en función de los recursos del usuario.
En los últimos años, el peso de este tipo de organizaciones en la gestión de centros ha ido disminuyendo (aunque muy lentamente), como consecuencia de la falta de nuevas vocaciones y la avanzada edad del personal religioso, que empieza a tener problemas para atender en condiciones óptimas los centros. Cada año van conociéndose nuevos casos de geriátricos de órdenes religiosas, cuya gestión se cede a gestores privados con o sin ánimo de lucro, sin vinculación ninguna con las propietarias. En unos casos se opta por mantener el inmueble, cediendo el centro en régimen de alquiler, a cambio de una reforma y adaptación a la normativa vigente en materia geriátrica. En otros, directamente se opta por la venta. Así, se está llegando al traspaso de las residencias de congregaciones religiosas u otras autoridades eclesiásticas, en beneficio de especialistas privados, normalmente, atraídos por las excelentes ubicaciones (en muchos casos en el centro de las ciudades).
En este contexto se encuadran los proyectos promovidos por el Obispado de Huelva, que ha firmado un acuerdo con el grupo Clece, cuya filial Clece Vitam se hará cargo de la reforma del Colegio Mayor San Pablo, una residencia de estudiantes del obispado en la ciudad, para convertirlo en un geriátrico, a lo que Clece destinará 4,5 M, a cambio de su gestión en alquiler durante los próximos 25 años. El nuevo centro contará con 126 camas en un edificio de 6.413 m².
En Corella (Navarra), Clece ha adquirido el inmueble del antiguo convento de los Padres Pasionistas, junto a la Ermita del Villar de la localidad, para convertirlo en una residencia de 90 camas. La misma gestora se hará cargo también de una residencia que se ubicará ocupando una parte del antiguo seminario de la Diócesis de Tenerife, en la localidad tinerfeña de San Cristóbal de la Laguna. Y también Clece está reformando una residencia geriátrica en el antiguo Hospital de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Benavente (Zamora), de cuya explotación también se hará cargo.
Por otra parte, la misma empresa firmaba el pasado febrero un acuerdo con la Orden de los Padres Agustinos para hacerse cargo en régimen de alquiler, de la Residencia Santa Mónica, de la entidad religiosa en Valladolid capital. El centro, instalado en uno de los pabellones del Convento de los Agustinos de Valladolid, había sido cerrado para realizar una reforma integral, con un presupuesto de 1,2 M€ asumido por la entidad religiosa. Por último, Clece abría a finales de 2019 una residencia en el antiguo colegio San Juan de la Cruz propiedad del Obispado de Burgos, que gestionará durante 25 años. La gestora privada se encargó de la reforma integral y equipamiento del inmueble a lo que destinó más de 3 M€.
En la misma línea, el mismo Obispado de Burgos cederá al grupo Ballesol la gestión del hospital geriátrico Nuestra Señora de la Concepción, de la Cofradía de la Concepción, que se está remodelando para convertirlo en una residencia de 110 estancias. Por su parte, la Congregación de Exclavas del Corazón de María también ha cedido un espacio en Barcelona a Sanitas Mayores para la apertura de una residencia de 100 camas y, en Madrid, el grupo DomusVi abrirá un centro de 130 estancias en unas instalaciones de los Padres Carmelitas ubicadas en la Plaza de España de la capital.
El Obispado de San Sebastián también está promoviendo la construcción de una nueva residencia de mayores en la antigua Iglesia de Todos los Santos, en el barrio de Intxaurrondo de San Sebastián, si bien aún no se conoce la identidad del gestor que se hará cargo del centro, una vez que esté construido. Y por último, el Arzobispado de Santiago de Compostela también avanza en las obras del ya citado centro de A Coruña, que gestionará la Fundación San Rosendo.
Más allá ha ido la Congregación de las Hermanitas de los Pobres que, este mes de septiembre, firmaba un acuerdo para vender las instalaciones y traspasar la actividad del geriátrico, que tenía en la zona de Cánovas de Cáceres, al grupo Ciudad Jardín. Este último comprará el inmueble y realizará una reforma con intención de aumentar las camas (actualmente el centro cuenta con 110 estancias) hasta las 250 unidades. El compromiso incluye la subrogación de los 30 trabajadores del centro, mientras el personal religioso de la congregación abandonará la residencia para trasladarse a otras instalaciones. La nueva propietaria de la residencia, que se convierte en el tercer centro de Ciudad Jardín en Cáceres capital, se ha comprometido además a mantener las condiciones económicas a los 70 ancianos que actualmente ocupan el geriátrico.
Fuera ya del ámbito religioso, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España también dejaba de gestionar directamente su residencia Siglo XXI de Guadalajara el pasado septiembre, tras llegar a un acuerdo para ceder su gestión a la operadora privada VHM Servicios Sociosanitarios (Valdeluz Mayores), que suma así un centro con 191 camas.