Ahorro energético, una inversión de rápida amortización
La búsqueda de un mobiliario rentable y más respetuoso con el medio ambiente se sitúa en línea con las políticas de eficiencia energética y sostenibilidad puestas en marcha por las cadenas para reducir el impacto medioambiental de los establecimientos. Así, la distribución viene apostando con más ímpetu, si cabe, en el último año por una nueva era de supermercados ‘Ecoeficientes’ de los que podemos encontrar varias enseñas. La cooperativa valenciana Consum, por ejemplo, ha ampliado esta nueva línea no sólo a través de la apertura de nuevos centros sino también mediante la adaptación de los convencionales, superando a día de hoy los 250 puntos de venta ‘Eco’. Entre estas medidas destacan los sistemas que regulan automáticamente el funcionamiento de los equipos frigoríficos en función de la temperatura ambiente, los ventiladores eficientes en el mobiliario y la instalación de puertas de cristal en los muebles de congelado, así como la incorporación de sistemas de iluminación de bajo consumo. Con ello, la cadena ha conseguido un ahorro del 25% en su consumo eléctrico. A este proyecto, Consum ha destinado una inversión de aproximadamente 5 M€ a ejecutar entre 2008 y 2012 y ya ha anunciado que de cara al próximo ejercicio incrementará en otras 50 tiendas su red eficiente. Al cierre de 2010, también Mercadona había introducido en un total de 360 establecimientos medidas en materia de eficiencia energética, un 15% más que en el ejercicio precedente alcanzando con ello un ahorro de 82 M de KWh y una reducción de las emisiones indirectas de 26.000 t de C02. Asimismo, entre otros muchos ejemplos, Eroski ha puesto en marcha sus primeras tiendas ‘Eco’ dentro de su paquete de medidas encaminadas a reducir un 12% su emisión de CO2, en 2012, y Covirán está llevando a cabo la integración de nuevos muebles de frío más respetuosos en toda su nueva red comercial. Se trata, además, de renovaciones que continuarán desarrollándose en los próximos años.
De forma concreta, los principales ahorros energéticos en los equipos de producción de frío se han conseguido mediante la instalación de puertas de cristal y tapas en los lineales de murales, islas o arcones congeladores, en la elección de murales de frío positivo de alta eficiencia o en los sistemas tecnológicos que permiten recuperar el calor para mitigar el “efecto pasillo frío”. Frost-Trol, por ejemplo, cuenta para ello con el sistema patentado “NCA” (NCA-System by Frost-Trol). Por otro lado, el sector de frío comercial también continúa avanzando en la búsqueda de nuevos refrigerantes naturales (CO2, R290) de gran eficiencia energética y sin impacto medioambiental, así como en la utilización de elementos electrónicos de iluminación o leds, ventiladores de bajo consumo, válvulas de expansión electrónicas o puertas para evitar la fuga de frío. El Programa de Certificación Eurovent en el que participan los principales fabricantes garantiza al consumidor la seguridad alimentaria mediante el respeto de las temperaturas de conservación del mueble. Todos estos avances tecnológicos sobre los cuales continúan investigando los departamentos de I+D+i de los fabricantes, evidentemente tienen un coste añadido. A este respecto, y aunque el precio es siempre un factor importante en la decisión de compra “si la inversión tiene un payback rápido, el mercado es capaz de soportarlo”, explica Jorge Eugui Martínez de Azaga, director comercial de Koxka.
Asimismo, desde Carrier Refrigeración afirman que “los clientes se han podido beneficiar de ahorros energéticos inmediatos muy significativos, con un nivel de inversión modesto y de rapidísima amortización”. Pero el mueble frigorífico es sólo la punta del iceberg del sistema frigorífico, la única parte visible para los compradores de un sistema que debe asegurar la cadena del frio de forma óptima, y cuyos demás elementos están en la sala de máquinas, la azotea de la tienda, etc, señala la misma fuente. “La gran distribución está entendiendo cada vez más que la clave no está en optimizar la elección del mueble, sino en la elección del 'socio frigorífico'. Una empresa capaz de diseñarle a medida la instalación frigorífica óptima, tanto para las necesidades de merchandising en sala de ventas, como para los objetivos de eficiencia energética, medioambientales, y que sea capaz de estandarizar esa solución y ejecutarla de forma idéntica y competitiva en todo el territorio, algo que no está al alcance de muchas empresas”, inciden.






