Eroski comenzó ayer la conmemoración de los 50 años de vida de la cooperativa, con un acto en en el auditorio de Azkuna Zentroa en Bilbao, al que asistieron el Lehendakari Iñigo Urkullu y la ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. Durante el evento, el presidente de Eroski, Agustín Markaide, ha señalado que Eroski surgió al fusionarse siete pequeñas cooperativas de consumo como una "respuesta social y colectiva a unas necesidades básicas y cotidianas", con la novedad de incorporar a los trabajadores como socios. También ha destacado "el esfuerzo de todas las personas que han llevado a Eroski a cumplir cinco décadas, manteniendo el arraigo y valores sociales" y añade que a la compañía "le corresponde actuar para la transformación social con su proyecto, buscando el bienestar sostenible de sus socios y la sociedad, y para eso, nos renovaremos cuantas veces haga falta".

Por su parte, la presidenta del Consejo Rector de Eroski, Leire Mugerza Garate, hizo hincapié en que la cooperativa "ha demostrado ser un proyecto socio-empresarial ambicioso en sus aspiraciones que ha sabido ir adecuando su singular modelo de gestión cooperativo a la evolución de la historia, pero volviendo siempre a sus raíces donde encontramos las razones de nuestra existencia", con "la permanente aspiración de contribuir a una sociedad más justa en derechos e igualitaria en oportunidades". Por último, Mugerza ha definido a Eroski como "un proyecto de personas que son las merecedoras de esta celebración. Ellas son el valor de lo que hemos sido en los últimos 50 años y de lo que seremos en los próximos cincuenta".

La cooperativa alcanzó hace una semana un acuerdo de refinanciación con las entidades bancarias que representan más del 75% de su deuda, estimada en 1.540 M€, en el que no se incluye la obligación de desinvertir activos, pero sí la reorganización societaria de sus filiales.