Desde hace varios años el mercado del embalaje logístico ha estado trabajando muy estrechamente con los clientes para buscar soluciones adaptadas a un mundo en fase de cambio. La estrategia ha servido para que en las últimas campañas se puedan crear con éxito formatos y soluciones a medida, al tiempo que se buscaban desarrollos con un menor impacto ambiental. La crisis del coronavirus ha puesto patas arriba de manera temporal la estrategia de la mayoría de las compañías de gran consumo que han priorizado en este tiempo la necesidad de un servicio fluido manteniendo calidades en un entorno de alta incertidumbre. El último informe sobre este sector publicado por Publicaciones Alimarket ha destacado algunas de las claves que se han podido observar durante esta accidentada etapa:
* Entrega más "just in time" si cabe: el mes de marzo de este año va a ser eternamente recordado por las empresas del embalaje en España. El cierre de fronteras, la necesidad de cubrir una demanda más propia del aprovisionamiento en tiempos de guerra que del normal funcionamiento de una industria disparó los pedidos y la producción, en un momento además en el que existía un fuerte miedo a los contagios dentro de las fábricas. Todo se solventó con éxito demostrando que el sector de embalaje logístico (categoría que en el informe elaborado por Alimarket Envase comprende a fabricantes de consumibles -film de paletizado, flejes, sacos y cinta adhesiva-, cajas, contenedores y palets de plástico y contenedores y palets de madera) estaba dotado de unos medios modernos y era capaz de forzar su aparato productivo para cumplir los requerimientos de cualquier tipo de industria. Las dificultades del mes de abril, donde la demanda cayó de forma importante, no supusieron tampoco un revés importante para el sector, que de esta forma corrobora la capacidad de adaptación que tiene a cualquier circunstancia.
* El plástico saca pecho: gran parte de los campos analizados en este informe tienen un denominador común, el uso de plástico como material preferente. Es evidente cómo en las últimas campañas este material ha perdido gran parte del favor del público y del envasador a medida que los criterios de sostenibilidad se imponían como claves para la estrategia en casi cualquier industria. La crisis del Covid-19 ha traído consigo una reivindicación del papel del plástico como material capaz de ayudar a conseguir los objetivos de salud pública que la sociedad buscaba en el momento más agudo. Dentro del sector se han multiplicado las donaciones de material plástico para proteger a la población más expuesta, con casos llamativos como los del Grupo Armando Álvarez, Plasgen, Polimur o Miarco. También se han desarrollado soluciones específicas para solventar riesgos en puntos críticos de contagio, como las que han puesto en marcha Nortpalet o DS Smith Tecnicarton. Sin embargo, el reciente anuncio por parte del Gobeirno de las nuevas medidas impositivas al packaging plástico parece dejar claro que aunque la ayuda que presta este material es indispensable se hace necesario repensar el peso que tiene en el mundo del packaging.
*La sostenibilidad no se ha ido: como decimos, la prioridad estos meses ha sido una producción constante de materiales de primera calidad, pero eso no ha cambiado la estrategia de fondo de las empresas, que están teniendo que adaptar su aparato productivo a un modelo en el que los materiales reciclados, compostables y sostenibles tengan un peso mayor. La necesidad de cumplir con los objetivos fijados por la Unión Europea para 2030 y la apuesta gubernamental en España por conseguir un modelo económico más circular lleva empujando a todo el sector a desarrollar soluciones con un menor impacto al medio ambiente, principalmente a través de nuevos materiales más sostenibles. Hay ejemplos en este sentido para todos los tipos, desde trabajos para realizados para rebajar espesores, hasta uso de material reciclado dentro del producto o un consumo energético procedente de fuentes renovables que genera una menor huella de carbono. En el caso de la madera, el sector está viviendo su particular rejuvenecimiento gracias a una estrategia desarrollada desde hace años en pos de la gestión de bosques sostenibles y del consumo responsable de la materia prima.
* Que no pare la inversión: pese a la incertidumbre del momento, el sector esta comprometido con la que ha sido la base de su éxito en las últimas campañas: la inversión. Dotarse de más medios, mejores procesos o abrirse a nuevos mercados es la base de toda la acción inversora en un campo en el que la competitividad es altísima. En algunos casos se trata de desembolsos realmente relevantes como los que están poniendo en marcha firmas como Grupo Consist, Plastigaur, Aranco, Congost, Ubis, Ribawood, Aneto, Bercalsa, Schoeller Allibert o Tama, que buscan de dotarse de infraestructuras más potentes en un momento en el que parece claro que España tendrá que ser algo más autosuficiente para cubrir su propia demanda.
* Más fondo de armario: el mundo del embalaje lleva años experimentando un crecimiento imparable en cuando al número de soluciones que ofrece al mercado. Trabajar estrechamente con el cliente ha servido en estos años para conocer más a fondo sus necesidades y poder desarrollar novedades para cada campo en concreto. Esto ha sido especialmente notable en el campo de los ERTs donde cada año firmas como Cabka, Nortpalet, DS Smith Tecnicarto, Polymer Logistics o Schoeller cada año lanzan al mercado variedades de sus productos para cubrir nichos cada vez más específicos. En otros casos, se trata de giros importantes en la actividad que desarrollan las compañías implicadas, lo que ha motivado la estrategia y la inversión de firmas como Todo Embalaje Consulting, Tecnopacking, Serplasa o Embamat EU. Se trata de buscar nuevas fórmulas para incrementar los ingresos y poder cubrirse las espaldas ante posibles crisis específicas en su core business.
