Markem Imaje ha lanzado una nueva tinta, dirigida especialmente a la industria alimentaria y a bienes de consumo de alta rotación, como los cosméticos. La nueva tinta FB655, con base de alcohol y casi sin olor, mejora la experiencia del usuario, la comodidad y el control de los costes, sin dejar de ofrecer una excelente calidad de código.
Markem Imaje explica que, si bien la mayoría de las tintas CIJ tienen un fuerte olor que puede molestar a los trabajadores y, en ocasiones, alterar la percepción sensorial del contenido de los envases codificados, con la nueva tinta FB655 los fabricantes de alimentos tiene la ventaja adicional de que el olor no altera las propiedades organolépticas de los productos.
Asimismo, esta tinta consume un 50% menos de aditivo que el resto de tintas que más se usan y, a diferencia de la generación previa de tintas con base de alcohol, no requiere la instalación de un kit de presurización ni el uso de aire comprimido. Además, para respetar la política de Markem-Imaje sobre producción y uso responsable de sus tintas, este consumible cumple con todas las normativas y directivas existentes en materia de envasado, ya sean obligatorias o simplemente recomendadas: REACH, GMP, HACCP, EuPIA, Swiss Ordinance, Nestlé Guidance Note.
Por último, ofrece una excelente definición del código con contornos muy claros y sin manchas, independientemente del material impreso (envases de cartón, tapas de aluminio, PET, PE o PP, plásticos rígidos y algunos metales). También puede usarse para imprimir códigos QR o Datamatrix de fácil lectura. Es compatible con todas las impresoras de chorro de tinta continuo de Markem-Imaje.
"Nuestra nueva tinta FB655 ayuda a los fabricantes a cumplir con las normas de seguridad, salud y medio ambiente, además de cumplir con los objetivos de eficacia y control de costes", explica Vincent Millot, director de marketing de productos (consumibles) en Markem-Imaje.
