El ramo cooperativo perdió peso
“No me podía explicar el descenso que las cotizaciones en origen experimentaron en España en noviembre. Percibía que los productores estaban perdiendo dinero”, comenta el gerente de la Fundación del Olivar. En general, el sector olivarero y almazarero y las organizaciones agrarias han venido manifestando que, pese al ascenso de las cotizaciones, el escenario no los favorece. De hecho, se han disparado sus costes (la energía, los insumos agrarios, los carburantes, los salarios, etc.) y ha caído su producción, lo que implica menos ingresos y un incremento del coste medio por kilo de aceituna recogida y de aceite elaborado. “Se está dando una pérdida de rentabilidad de las explotaciones, especialmente de olivar tradicional. Al no tener cosecha, no tenemos ingresos. Además, necesitamos estabilidad para ser rentables”, se resumía en agosto desde UPA. De cualquier modo, el balance de la campaña 2022/2023 fue peor para los productores que vendieron su aceite al comienzo de la campaña y mejor para las compañías que sostuvieron su oferta y fueron dándole salida después con mayores precios.
Las cifras de renta agraria del Ministerio de Agricultura confirman la caída del valor de la producción aceitera nacional, que fue acompañada de una reducción de los jornales en el campo. De hecho, esta rama sufrió un retroceso del 29,4% en 2023 y quedó en 2.502,8 M€, merced a una caída del 58,6% del volumen y un ascenso del 70,7% de los precios.
A su vez, dentro del sector de elaboración (almazaras), ganaron peso, en el último ejercicio, las compañías privadas (mercantiles), en detrimento de las cooperativas, cuya fortaleza se puede ver de nuevo afectada esta campaña. Así, la participación de las almazaras privadas en la producción aceitera nacional se incrementó del 35% en la temporada 2021/2022 al 41% en 2022/2023, mientras las cooperativas pasaban del 65% al 59%. De hecho, “algunos cooperativistas han llevado parte de su aceituna a almazaras mercantiles, que con la ley en la mano tienen que pagarla en menos de treinta días”, resumía una fuente asociativa. Además, las cooperativas se encuentran con el requerimiento de adelantar liquidaciones, que podría lastrar más sus cuentas este ejercicio.
En el ramo cooperativo, la escasez de aceite de oliva ha hecho demorar la prevista reactivación de Coperalia Plus Export, compañía que la granadina Coop. San Sebastián (‘Benalúa’) adquirió -en 2022- para efectuar compraventa de aceite de oliva a granel y ganar potencial de venta y respuesta a nivel internacional. “Cuando no hay aceite, no hay que invertir en estructuras de comercialización. Te quitan el aceite de las manos”, señala Eduardo Valverde, director general de la entidad.