EE.UU. resistió la subida de los precios
Al igual que el año anterior, en 2023, los mercados exteriores respondieron en términos de demanda, pese a los mayores y crecientes precios. No obstante, fueron fuente de polémica los menores PVP del aceite de oliva, con respecto a los registrados en España, vistos en algunos países (Australia, Irlanda, Reino Unido, etc.) en distintos momentos. Asoliva y algunos operadores explicaron estas diferencias por la anticipación, la pasada temporada, de los envíos exteriores por parte de algunas empresas -con objeto de adelantarse a competidores de otros países- y por el carácter de largo plazo de los contratos internacionales, cerrados al comienzo de cada campaña. En consecuencia, en países donde el aceite tiene una menor rotación, algunas cadenas dispusieron durante meses, en sus almacenes o estanterías, de un aceite adquirido a un óptimo precio a finales de 2022. De este modo, dichos retailers internacionales se libraron de algunas actualizaciones tarifarias que sí se fueron aplicando en España al ritmo del ascenso de las cotizaciones.
En términos generales, se ha confirmado la elasticidad de la demanda de aceite de oliva, fundamentalmente en los mercados emergentes y en otros países de menor poder adquisitivo e inferior conocimiento del aceite de oliva. “Las caídas en el mercado asiático han sido del 40-50% respecto al año anterior”, se señala desde Sovena España.
“En los mercados exteriores, las ventas con marca (aceite envasado) han tenido una mayor fidelidad. En cambio, la comercialización a granel, que es un mercado de precio, ha sufrido más competencia y reducción. En el conjunto de los 180 países destinatarios que analizamos, los envíos del aceite de oliva español se redujeron un 50% en la campaña 2022/2023. Prácticamente, solo se mantuvieron las exportaciones de EE.UU., algo explicable por el mayor poder adquisitivo de este país y por la valoración de producto saludable que el aceite de oliva disfruta allí. De hecho, los envíos españoles a EE.UU. se aminoraron solo un 5% en el último ejercicio”, señalaba Rafael Picó, director de Asoliva (organización de exportadores). En general, el sector se congratula de la buena marcha de la comercialización y del consumo y de la respuesta a los PVP lograda EE.UU. “El mercado estadounidense está aguantando muy bien la subida de las tarifas del aceite de oliva. Allí, aún nos falta el último tirón del precio”, declaraba Antonio Luque, presidente de Dcoop, en noviembre.
Conforme a los datos de Circana aportados por Deoleo, en este país, en el primer semestre del año, la disminución del consumo interanual fue de solo el 2%, frente a los descensos del 11,7% y del 11,5% que dicha auditora asignó al mercado español e italiano, respectivamente. En cambio, según la estadística del COI, la campaña 2022/2023 concluyó con una bajada del 11% del consumo de aceite de oliva en EE.UU., tercer demandante mundial de este producto (tras España e Italia), que consumió así un total de 367.000 t.
El país norteamericano es el primer destino del aceite de oliva envasado y el tercer cliente de los graneles de los miembros de Asoliva, que le dirigieron así partidas de 64,7 Ml y 40,4 Ml, respectivamente, en 2022. En términos generales (contemplando envasado+granel), EE.UU. se sitúa como segundo destino exterior del aceite de oliva español (tras Italia), con un porcentaje que, en 2021 y 2022, rondó el 14%, según los datos del Icex.
No obstante, en los nueve primeros meses de 2023 -ya en un contexto de clara caída de las exportaciones totales españolas-, la participación de EE.UU. en los envíos exteriores de nuestro país se redujo al 13,4%. De hecho, las compras de aceite español (envasado+granel) por parte del país norteamericano se redujeron un 40% con respecto al mismo periodo de 2022 y se cifraron en 78.297 t, según las cifras del Icex. Como se preveía, en 2023, entre los principales clientes del aceite de oliva español, el mayor descenso porcentual de las operaciones se produjo en China. De hecho, entre enero y septiembre, las exportaciones a este país disminuyeron un 74% y se cifraron en 9.233 t. Mientras, los envíos dirigidos a Corea del Sur se aminoraron un 65%, hasta 8.687 t. En consecuencia, estos países pasaron de ser el quinto y noveno cliente del aceite de oliva español en el periodo enero-septiembre de 2022 a los puestos décimo segundo y décimo cuarto, respectivamente, en los nueve primeros meses de 2023.